En la cábala judía, el abuso de los poderes mágicos se compara a la ebriedad o abuso del vino, y se expresa, si no recuerdo mal por la palabra hebrea sod. En otra de sus atribuciones la palabra sod significa jardín, o jardín abandonado, y la misma cábala es a veces considerada como un jardín (semejante, naturalmente, a aquel en el que crecía el árbol del fruto prohibido que nos dió la ciencia del bien y del mal) con el árbol de la vida plantado en el centro. Sea como fuere, todo esto constituye la fuente de muchas de nuestras leyendas sobre los orígenes del hombre, y William James, si no Freud, podría estar de acuerdo conmigo cuando afirmo que las agonías del borracho encuentran su más exacto paralelo en las agonías del místico que ha abusado de sus poderes.
Bajo el volcán, Malcom Lowry, Tusquets, 1997.
Bajo el volcán, Malcom Lowry, Tusquets, 1997.
3 comentaris:
ei!! o sigui que Bukowski és un místic!
acabem d'arribar de veure factòtum. lilly taylor més que fantàstica!
i tu darling no b/veus tant...
El entusiasmo, bien sea erótico, etílico, religioso, deportivo o político (a este Kundera lo tenía por el opio del pueblo) es siempre una posesión divina. La etimología lo atestiga.
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