Jo es que sóc molt cretí; escric
un post, poso un
link a la última frase i jo sé que ho faig per alguna cosa, sé que el link té quelcom a veure amb la frase que el conté, i que la frase té quelcom a veure amb el paràgraf que la conté. La relació entre el link i el paràgraf se'm revela difusa, poc clara, una veueta que em diu
fes això i no preguntis per què i jo ho faig i m'oblido d'immediat de tot. Fins que algú llegeix el post i exerceix el seu dret a opinar i em fa una pregunta. Aleshores el post guanya uns enters i me'l rellegeixo balancejant-me en la meva cadira, encantat d'haver-me conegut i amb interès renovat pel text. M'encenc un cigarret.
Imagineu-vos en Subal abraçat a una farola que us increpa amb aquest pensament extret del llibre de Pascale Casanova,
La República mundial de las Letras;
"La gran subversión introducida por James Kelman, por ejemplo, es la de la importación radical, esto es, exclusiva, de esta lengua popular y urbana en sus novelas. Kelman ha querido poner fin a la convención (tanto literaria como política) en virtud de la cual, cuando se da la palabra al pueblo en una novela, hay que cambiar de registro y de nivel de lenguaje. La "nobleza" y el uso literario reservan, por tanto, para los diálogos el estilo que se llama hablado, mientras que el narrador se expresa con la "altura" literaria. Esta convención, dice Kelman, descansa en un presupuesto inherente al funcionamiento social de la literatura, según el cual "lector y escritor son idénticos, se expresan con la misma voz que el relato y son distintos de esos putos proletas que hablan en clave fonética".
I aleshores entre la multitud que passa sense aturar-se davant d'aquesta sentència i davant d'aquesta farola, apareix una ombra que pregunta a l'Orador;
-Señor Subal, una pregunta: El uso de las claves fonéticas en las novelas no hace a éstas menos universales para su comprensión? o muy localistas. Sólo un interrogante.
Aleshores Subal alça la mirada i intenta centrar la vista en un sol punt, sense aconseguir-ho. Avisa immediatament a la seva Única i estimadíssima - reverenciada- aliada i li fa llegir el
post així com visualitzar el vídeo. Ella riu i felicita a l'Autor. Troba que el debat que es pot organitzar és interessant i m'explica què penso jo o què he volgut dir al transcriure aquell paràgraf. Ja us he dit que sóc molt cretí i que només faig que escoltar veus que em guien.
Bé, la resposta, més o menys estimats lectors i lectores, l'escriuré en castellà. No per res. Perquè em dona la gana.
"Querido usuario anónimo. Su pregunta merece ser atendida por alguien que sepa de lo que habla. Usted se dirije a mí, usted sabrá lo que hace. No tengo estudios acreditados en literatura, sólo una vaga intuición y una miopía de seis o siete dioptrías. Imagínese usted. Lo primero que exijo a un libro es que sea bueno, me da igual cuán localista pueda parecer. Que esté bien escrito, a lo peor. El abismo entre los libros se sitúa en este punto, y no en ningún otro. Dicho esto, le diré que tengo una vaga idea del significado de "claves fonéticas". Sí sé lo que significa "localismo" y me agarro a este vocablo como a un clavo ardiendo para responderle que si el libro es bueno los localismos son la guinda del pastel. Gracias Gutiérrez, por templar en lugar de follar. Por poner un ejemplo.
Pero lejos de la anécdota, descubrí hace un tiempo que nada es por casualidad en la República mundial de las Letras. El uso y la exploración de nuevos lenguajes, que bien pudieran parecer antiliterarios o sin tradición literaria, es una baza a explotar por las literaturas periféricas, léase esas que no están en el Centro mundial de las letrasa saber, en mayor o menor medida, Nueva York y París (¿Frankfurt?). Muchos son los escritores que por diversas razones se han visto expulsados de su terreno natural para (auto)exiliarse en París y conseguir que el Centro lo reconozca como literato de categoria universal. Joyce, Beckett, Cioran, Ibsen, Benet. Y es que para los literatos alejados del Centro literario, las fórmulas para hacerse oír y crear algo original que pueda sorprender a los cánones que nacen del Centro son de lo más variopintas, y sin duda esta búsqueda de lo novedoso ha ayudado a construir literaturas donde antes no había y a hacer avanzar la Literatura. Lo que nos propone el amigo Kelman y nos explica en su libro Casanova es [a propósito de los escritores escoceses surgidos en 1984]
el uso explícito de una lengua popular que es también una forma concreta de reivindicación nacional. Yo reivindico esta opción para renovar la aburrida lengua en la que me expreso habitualmente. Creáme, a veces es un coñazo.
Hay poetas a los que admiro que tienen un catalán rico y abundante, vivo, y es una delicia escucharlos, pero son unos pocos entre siete millones de teóricos hablantes. El catalán de los libros me parece riquísimo y lleno de maravillosos localismos, pero a la postre caduco, un riachuelo incapaz de alcanzar nuestras calles y nuestras almas. El catalán oficial es un río que se muere por culpa de embudos normativos y mentales, por un conservadurismo rancio, una camisa de fuerza que nos autoimponemos, oiga. Necesitamos un desparpajo más acorde con nuestros tiempos de prostitución generalizada de las lenguas y globalización. Detesto la rigidez. Envidio el caos lingüístico latinoamericano, símbolo de vida y de peligro y de literatura. El spanglish. El catañol. O este
diccionario mágico.
La próxima pregunta que usted debería hacerme para estimular mi huida adelante en forma de otro post, aparte de la que usted quiera, es; ¿y cuál es la lengua popular catalana, la de Berga, la de Castefa, la de Sant Gervasi?
Le toca tirar.
Atentamente, blablabla."
7 comentaris:
lo català popular és lo de més avall de l'ebre i més amunt del sénia, reïra de bet de jaio del dimoni! me cago en l'orba! :p :p
he aquí, querido anónimo, un ejemplo de localismo catalán esquisito; el de afirmar ser el centro del mundo. Digo afirmar y no creer, porque creo que esto pertenece al geniçuino sentido del humor catalán. Más fino si cabe que el británico, mi lord.
humilment, els canvio el meu lloc.
-jealousy-
la desaparició de les memòries,
en les entranyes de la deshora,
opera menys felicitat que dolor,
com gravar-se a la cara desferres,
que tothom intenta control·lar,
emperò no fumareja, a cas ferumeja,
però serà el defecte dels poderosos,
que encara tenen lloc a dintre per escoltar,
i a fora sanya per no veure,
que la ment amb ràbia no és justa,
i sense ordre hi ha desferra, també amb un mateix, i amb el pròpi temps.
Señor Subal, cumpliendo con mi deber y ademas por tener gran interés en el tema, me podría decir cuál es la lengua popular catalana, la de Berga, la de Castefá o la de Sant Gervasi?
No fué un autogol mi pregunta, solamente una interrogante: no dificulta la lectura, el empleo de vocablos que sólo tienen uso en determinada localidad.
creença correcta, senyor subal. encara que no deixa de ser divertit, aprendre paraules noves. o no?
Vejam, si jo sóc un escriptor perifèric que vol fer-se lloc entre la multitud d'escriptors perifèrics que viuen a París, mai de la vida intentaria competir amb armes franceses, i menys encara amb les armes consagrades per l'acadèmia: els escriptors francesos les porten incorporades a l'ADN i jugaria amb un clar desaventatge. Una de les alternatives per obtenir alguna mena de reconeixement seria oferir alguna cosa nova a partir del tòpic de ser local per esdevenir universal. Ser universal a la francesa, imitar els models francesos amb devoció perifèrica és provincià, es veu d'una hora lluny i ningú no en faria cas.
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