divendres, d’abril 28, 2006

Los nuestros, Serguèi Dovlàtov

(...)

Nikolái Tíjonov recogía materiales para una antología. Mi tía era la redactora de aquella publicación. Tíjonov le rogó que le pidiera a Kornílov unas poesías. Kornílov se negó a darle sus versos.
-Y a su Tíjonov que le den por el culo -añadió.
Mi tía regresó y le dijo al redactor jefe:
-Kornílov se niega a darle sus versos. Y me ha dicho que le den a usted EN EL CULO...
-por el culo -la corrigió irritado Tíjonov-, por el culo. ¿No me diga que cuesta tanto recordarlo?...
También de Alekséi Tolstoi sabía muchas anécdotas.
Un día Alekséi Tolstoi, que era alto y orondo, iba por el pasillo de la editorial. A su encuentro corría mi tía. La mujer, delgadita y pequeña, chocó corriendo con la barriga de Tolstói.
-¡Vaya! -dijo Tolstói frotándose la barriga-. ¿Qué habría pasado si tuviera aquí un ojo?
La tía sabía muchas historias cómicas.
Luego, ya por mi cuenta, me enteré de que a Kornílov lo fusilaron.
Que Zóschenko ensalzó el trabajo esclavo de los campos.
Que Aleksei Tolstói era un sinvergüenza y un hipócrita.
Que Olga Forsh propuso cierta vez que el calendario comenzara a partir del día en que había nacido un tal Dzhugashvili (Stalin).
Que Leónov traficaba con alfombras en la evacuación durante la guerra.
Que Vera Ínber exigió la condena a muerte de su primo (Troski).
Que el siempre curioso Pavlenko acudía a los interrogatorios de Mandelshtam.
Que Yuri Olesha traicionó a su amigo Shostakóvich.
Que el escriotr Miroshnichenko pegaba a su mujer con una bomba de aire para bicicletas,
Y muchas cosas más.
En cambio, la tía sólo recordaba las historias cómicas. No la culpo.

(...)

Dovlàtov, Serguéi, Los nuestros, Áltera ediciones. Trad. Ricardo San Vicente.

2 comentaris:

Buk ha dit...

Que bó! No fa massa el vaig cercar per la meva llibreria preferida i no el vaig trobar. En quant aconsegueixi reduir la pila de llibres pendents que tinc per llegir, tornarem a provar-ho.

subal ha dit...

Sí, Dovlàtov és difícil de trobar... són coses que no s'entenen, però a mi, com a pre-editor, m'agrada pensar que hi ha autors boníssims per a descobrir, com ara Dovlàtov.